"¿Qué hacemos los artistas cuando algo social nos sacude profundamente?", se pregunta el dramaturgo, periodista, filósofo, docente y poeta Vicente Zito Lema en comunicación con Ya Es Tarde. Es que muchos de nosotros nos encontramos hoy con la certeza de poder decir que el cuerpo de Santiago Maldonado está en la morgue, pero también con la convicción de saber que él no esta solamente ahí, sino también en toda nuestra bronca e impotencia de saber que no sabemos qué pasó en todos estos días desde el 1ero de agosto hasta el 18 de octubre. Nos encontramos también muchos y muchas con unos resultados electorales que no nos dejaron nada conformes.
- ¿Qué hacemos con todo esto?
- Las luchas necesitan de la belleza, no está escrito en ningún lugar que nuestras luchas deben ser únicamente de tristeza. Es obvio que nos mueve la tristeza, pero es justamente el superarla, el no quedarnos rumiando la rabia o la bronca, lo que hace que el mundo pueda ser mejorado. Para mi es todo parte de no quedarnos sentados en las puertas de nuestras casas esperando que alguien cambie el mundo. La esperanza debe ser planificada junto con otros. Si deseas realmente que el mundo cambie, cada uno en la pequeña medida de sus posibilidades y de sus actos debe poner en pie sus ideas. Hace pocos días votamos, hace otros tantos fuimos a la Plaza de Mayo a reclamar por una muerte que no creemos casual, no nos quedamos en casa, pero no podemos evitar sentir bronca Es un tema que nos conmueve, estos mandatos de muerte que decide a sociedad, a pensar de la complicidad con la desaparición y la muerte de Santiago Maldonado . Yo sufrí 8 años de exilio y por eso puedo valorar lo que es votar, pero también tengo consciencia de las alienaciones que sufre buena parte de la sociedad que lleva a que una persona sin la menor moral ni ética, como es la señora Carrió, se atreva a insultar lo de humano que tenemos todos los humanos, con sus burlas frente al caso de Santiago, y que sin embargo una sociedad no la condena, sino que la nombra como su representante en el parlamento. Bueno todo eso me conmovió y escribí un texto que se está difundiendo ("Me declaro rebelde").
- Para nosotros, como lectores, leer un texto de alguien que siente algo similar a lo que nos pasa a nosotros nos hace sentir acompañados. Pero quien produce el escrito, ¿que siente una vez que ve el texto terminado?
- Pero aquí viene la otra cuestión, ¿qué hice después?, bueno me caminé las 6 cuadras hasta el subte y me fui hasta Comodoro Py a los tribunales federales y acompañé con mi presencia y con el pequeño prestigio social que tengo a los imputados en una causa federal por haberse atrevido a pedir justicia cuando el asesinato de un lider popular como el Oso Cisneros. Entonces, como poeta, me tocan las circunstancias y reacciono desde mi instrumento, que es la palabra, pero no se termina ahí. La palabra puede ser como un don que uno tiene, pero que no te excusa de acompañarla con el cuerpo. Si yo tengo el privilegio de algo que escribo se difunde, eso más que un privilegio por el privilegio artístico se convierte en una demanda de acompañar con tu cuerpo y con tus actos las cosas que decís, las cosas que proclamar.
-----------
Muchas Voces
"Una vez un tipo se acercó al Che y le preguntó: 'Comandante, yo soy escritor, ¿Qué puedo hacer por la revolución?', a lo que el Che responde: 'Yo soy médico'", nos relata Joselo Cal Mora, voz y guitarra en Pinta Descalzo, quién coincide con Vicente en la necesidad de poner el cuerpo para llenar las palabras de sentido. Por su parte, Paula, quien participa del colectivo fin de un mundo, nos dice que para ella transformar el dolor y la bronca en arte es una manera de no colapsar ante todo lo que una siente a veces y afirma que crear en momentos de crisis es un acto revolucionario. Flor, cantante y acordeonista de Láudano en Canciones, considera que el arte tiene la capacidad de sanarnos y empoderarnos, de darnos fuerza para seguir la pelea de todos los días. Finalmente, Diana Aguilar, estudiante de artes escénicas e integrante del colectivo de teatro del oprimido de Costa Rica, nos recuerda que el teatro es como un espejo para reflejar la sociedad y que todas nuestras sensibilidades y nuestras formas de ver la sociedad tienen que servir para decírle algo a la gente. Para ella, el arte y el teatro deben ser necesariamente transformadores, sobre todo pensando en que eso le llega a otra gente,